Un grupo de ciudadanos islandeses frustrados por la suspensión de vuelos en Europa a raíz de la erupción del volcán Eyjafjallajokull, ha propuesto una solución inteligente al problema.
Reunidos en la taberna de Moëttir en los suburbios de Reikiavik, los aburridos islandeses habían pedido varios cocktails, adornados con pequeñas sombrillas plásticas. Eso le sugirió a Magnus JonsdottirGuðrúnThorJon una solución para el problema del volcán.
Peterg GuðrúnThorJonJonsdottir, un estudiante de Ingeniería de Paraguas en la Universidad de Eyjajalla, diseñó la estructura de una sombrilla gigante de titanio que podría colocarse en el orificio del volcán.
La propuesta derrotó por 4-3 a la de AunEgilÓttar AdilsEysteinYngvarönund, catador de vino y habitué de la taberna de Moëttir, quien había propuesto un corcho gigante.
El primer obstáculo sería la resistencia del titanio al calor. Pero según Peterg el calor disminuye rápidamente al ubicar el paraguas por encima del orificio del volcán. Sólo el mango estaría expuesto a las cenizas salientes, pero éstas no son tan calientes.
- Y si no, hagamos el mango de ceniza - propuso Moëttir.
El segundo obstáculo fué la forma de subir el paraguas al volcán. Algo así como el problema de "Quien le Pone el Cascabel al Gato". Según Vébiôrn Vésteinn Véþormr la altura del volcán es de solo 1666 m, lo cual lo pone al alcance de los helicópteros.
Los mismos servirían también para trasladar el paraguas a otro volcán en erupción, en cuanto termine la emergencia actual.
La erupción 2010 del volcán ha sido bautizada "Fimmvörðuháls", para dificultar la tarea de los periodistas, aún de los que escriben falsas noticias y tienen libertad para inventar nombres.
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